Gracias Pepe, Foro-Red Paulo Freire-Perú por el envio.
Siempre preciso y contundente en tus comentarios y preguntas:
¿Cuál es
la democracia norteamericana?
La democracia norteamericana
invade, quita y pone Presidentes, impone leyes, manda matar y bombardear
por meses diariamente territorios, roba-anexa territorios, un solo país pone
veto en las NNUU y en la OEA, etc., grandes enriquecimientos -¿robos?- a
través de las "inversiones" de sus corporaciones para apoderarse -
usufructuar de las riquezas de los países, pone más de 1000 bases militares en
todo el mundo, crea centros de espionaje, aviones espías no tripulados,
multiplica sus presupuestos militaristas, inversiones millonarias en campañas
electorales, tortura legalizada, cárceles llenas de presos, etc.etc.etc.
¿Es el ejemplo de
democracia? ¿es el que preside la Cumbre de las Américas? ¿el que pone
agregados militares y realiza faenas militares en todo el mundo? ¿es el que
amenaza a Cuba, a Venezuela, a Nicaragua, a Bolivia....? ¿o condiciona
"ayudas- préstamos" (???) a otros países con tal de seguir e imponer
el patrón de la economía capitalista, la única válida para sus designios, y
sino, golpe de Estado, desestabilización, sabotajes, apoyo a la formación de
partidos o candidaturas o compra de partidos y dirigentes políticos, bloqueos.
Y, el resto de países
¿guarda silencio y en fila se arrodillan frente y en la Casa del Amo?
¿No hay dignidad nacional?
¿Todo esto es verdad o
mentira? ¿Qué piensa Ud.? ¿Quedarnos callados? .... ¿Cuál es su visión y mirada
sobre la humanidad? ¿Economía capitalista o economía solidaria? ¿De paz con
justicia, o de dominación y nueva esclavitud?
Y, quiénes son los que denuncian
esta realidad?
No más divisiones en el
campo popular.
Por una educación
popular multidimensional liberadora.
José.
DIME DE LO QUE PRESUMES Y TE
DIRÉ DE LO QUE CARECES…
En la próxima Cumbre de las
Américas en Colombia no estará Cuba, excluida por Washington. Tampoco Ecuador,
por solidaridad con la isla discriminada. El imperio presume de democracia,
pero la suya es muy deficitaria.
EMILIO MARÍN
El argumento de la exclusión
cubana es que su gobierno, socialista, no cumpliría con el target de
democracia, según la Cláusula Democrática Interamericana. Esta fue votada por
la OEA el 11 de setiembre de 2001, en llamativa coincidencia con la “guerra
antiterrorista” que la administración Bush comenzaría contra los “oscuros
rincones del planeta”.
En realidad muchos de los
firmantes de esa declaración interamericana no cumplen con una plataforma
mínima de sus 28 artículos, casos muy evidentes de Colombia, México, Chile,
Haití y Honduras, por diversos motivos.
Para poner sólo un ejemplo,
el régimen de Juan Manuel Santos, el anfitrión de la VI Cumbre de las Américas,
recibió ayer un aplazo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por
los numerosos crímenes de “falsos positivos” (jóvenes pobres asesinados y
vestidos como guerrilleros de las FARC para hacer propaganda y que los
militares ganen ascensos y premios).
Los 10.000 muertos por el
narcotráfico en México, por otro lado, llamaron hasta la atención del Papa
Benedicto XVI en su visita de marzo pasado. Pero a los organizadores de la
Cumbre en Cartagena de Indias no se les pasó por la cabeza hacerle algún
problema a Felipe Calderón.
La democracia de Cuba es de
otro contenido y forma.
Con candidatos que surgen no
del Partido Comunista sino de las reuniones y asambleas de los barrios e
instituciones del país. Con campañas donde se gastan dos pesos y no centenares
de millones de dólares, como ocurre en este momento con la interna de los
republicanos en Estados Unidos. Con niños pioneros que cuidan las urnas, donde
no hay fraudes ni boletas introducidas de antemano o en cantidades según
voluntad del político de turno, o contadas de diferente forma según sean de un
color o de otro.
Podrá gustar o no la
democracia cubana, pero no se puede mentir con que no existe.
La visita del Papa, cubierta
por centenares de periodistas de todo el mundo, corroboró que allí se ejercitan
los derechos fundamentales del hombre. El que no cumple con la ley
internacional es el mal vecino, que la mantiene bloqueada en forma total desde
febrero de 1962.
En la última votación de
Naciones Unidas sobre el bloqueo, en octubre del año pasado, 186 países
sufragaron por Cuba, sólo dos por mantener ese cerco económico y comercial (EE
UU e Israel) con abstenciones de Palau, Islas Marshall y Micronesia.
Una elemental norma de
democracia diría que con ese resultado el bloqueador debería reconocer la
abrumadora mayoría en su contra. No. El imperio, que dice ser la representación
de una extraña democracia, entiende que dos votos valen más que 186. Dos pesan
más que el mundo. ¿Y hablan de “democracia” para dejar a la isla socialista
afuera de la cita de Cartagena de Indias?
Muy bien Rafael Correa que
se mantuvo en su postura de febrero pasado: si dejan afuera a Cuba los países
del ALBA debían boicotear la reunión.
Una gran cárcel
La
Casa Blanca sostiene que Cuba “es una gran cárcel”. Es al revés.
Un artículo de Jean-Guy
Allard (26 de Octubre de 2011, “Estados Unidos sigue rompiendo récord de
encarcelamientos”), sostiene: “de acuerdo con las cifras de la Oficina de
Estadísticas de Justicia (BJS, por sus siglas en inglés), cerca de 2.300.000
adultos se encuentran encarcelados en EE.UU. en penitenciarias federales,
prisiones estatales y cárceles de los condados —los tres tipos de centros de
detención existentes— al final del año 2009. Más trágico aún, cerca del triple
de este número, es decir, unos 7.000.000 de adultos, están en libertad
condicional o bajo alguna forma de supervisión correccional”.
El destino carcelario
discrimina por el color de la piel, porque los afroamericanos son el 12 por
ciento de la población total del país, pero casi el 40 por ciento del total de
prisioneros.
A principios de 2010, por
cada 100 000 norteamericanos, 743 se encontraban encarcelados, una tasa que
supera en 7 veces la media de los países occidentales. Buscando sacar plusvalía
de esos muros, muchos de esos presos producen en las cárceles, varias de éstas
privadas, para empresas norteamericanas y multinacionales.
Si esa es la situación de
los presos estadounidenses, peor la pasan los presos políticos, caso de los
Cinco Cubanos detenidos en EE UU desde setiembre de 1998. Sin probar en ningún
caso la acusación de conspiración para cometer espionaje, esos muchachos fueron
condenados a 4 cadenas perpetuas y 77 años de prisión. Ese fue el veredicto
luego de un juicio nada imparcial celebrado en Miami, la capital de los círculos
más furibundos (y en varios casos terroristas) contra la isla donde se pasean
personajes como Luis Posada Carriles.
Y debe ser peor aún la vida
de los centenares de presos acusados de pertenecer a Al Qaeda, recluidos desde
enero de 2002 en la cárcel de Guantánamo, que EE UU usurpa a Cuba. Alguna vez
Jacobo Timerman publicó “Prisionero sin nombre, celda sin número”, referido a
los campos clandestinos de exterminio de la dictadura videlista. Guantánamo es
algo parecido, en el sentido que los presos sufren torturas y muchos se
suicidan ante la larguísima perspectiva sin causa ni juez ni defensor.
Ayer se conoció que, al cabo
de diez años de prisión, el argelino Djamel Ameziane, encerrado en la Base
Naval de Guantánamo, recibió la buena noticia de que Comisión Interamericana de
Derechos Humanos impugnó por primera vez al gobierno de EE UU por su caso. Que
tenga un juicio imparcial y pueda recuperar la libertad, eso ya es otra cosa.
El y otros 170 prisioneros de ese lugar deberán aguardar más tiempo, quizás años,
para dejar de penar.
¿Qué democracia?
Suele decirse que la
política internacional de un país es la prolongación, con matices, de su
política doméstica.
Si es así, de los desastres
humanitarios causados por las guerras de EE UU contra Serbia, Afganistán, Irak
y Libia debería suponerse que la política interior estadounidense tiene un mal
insuperable. En vez de maltratar a sus propios afroamericanos y latinos, los
militares norteamericanos (muchas veces con efectivos de ese origen étnico)
torturan y balean a afganos e iraquíes pobres entre los pobres.
Con aquel criterio expuesto,
Cuba saldría ganando por goleada. Si en el exterior operó gratuitamente de la
vista a 2.2 millones de personas en el Tercer Mundo y alfabetizó a 5.8
millones, como reseñó Raúl Castro al darle la bienvenida a Benedicto, ¿qué no
hizo por sus propios pobladores cubanos? “La caridad empieza por casa”, pero
Cuba comparte con la humanidad, con los balances antedichos e irrefutables de
la “Operación Milagro” y el programa alfabetizador “Yo sí puedo”. Ambos son
gratuitos.
El sistema capitalista
norteamericano saquea a las economías del mundo, sobre todo en tiempos de
crisis como éste, y a algunos países los bombardea e invade. Los misiles
letales que dirige contra objetivos civiles en aquellas guerras de conquista,
¿son un modelo de democracia? En cambio La Habana exporta médicos, enfermeros y
maestros, que salvan vidas y ayudan a la gente a leer. ¡Menuda diferencia!
No vaya a creerse que sólo
los pobladores de otros países sufren las consecuencias del militarismo de la
administración Obama; mejor no imaginar cuán más graves pueden ser si ganan
Mitt Rommey u otro de los republicanos cavernícolas. Tanto los sospechosos
extranjeros como los ciudadanos estadounidenses pueden ser detenidos
indefinidamente, según la Ley de Autorización de Defensa Nacional,
firmada por Obama el 31 de diciembre de 2011.
Su excusa fue que debió
suscribirla porque en el mismo paquete iba la partida de gastos de “Defensa”
para este año, de 662.000 millones de dólares.
No se crea que sólo los
morochos del Bronx o Harlem son perseguidos por la policía neoyorquina por el
delito de “portación de rostro”, similar al que purgan cada fin de semana los
muchachos de barrios del conurbano bonaerense, Córdoba, Rosario, etc. También
los jóvenes de clase media, que nutrieron inicialmente a “Ocupa Wall Street”,
han tenido muchísimos problemas con la policía. Desde su aparición, en
setiembre de 2011, los “Ocupa Wall Street” han sufrido 6.000 detenciones a
manos de la policía, golpes en los desalojos, gas pimienta a los ojos,
arrasadas sus carpas y bibliotecas.
!ojo! Esto es peligroso para la democracia
Las agencias de espionaje de
EE UU han concebido su última criatura: un centro de información que
intercepta, almacena y analiza todas las llamadas telefónicas, los mensajes de
texto, las páginas web y las búsquedas en Google hechas en EEUU y el mundo.
Según la revista Wired, en artículo de James Bamford, ese centro de Operaciones
está montado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y se llama Utah Data
Center. Es el mayor centro de interceptación de las comunicaciones del mundo.
¿Y estos tipos son los que
van a la VI Cumbre, sin Cuba, a dar lecciones de democracia a los demás?
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