Por Marco Sifuentes (Periodista Lima
- Perú)
1 de junio. El Comercio publica
un furibundo
editorial en el que proclama que “es inaceptable que el gobierno se
siente a negociar en Espinar”. El diario afirma que no hay que dialogar con los
revoltosos cusqueños porque “no hay evidencia de que, como señalan los
manifestantes, la empresa ha incumplido sus obligaciones ambientales.”
28 de marzo. Dos meses antes del
estallido de Espinar, el gerente general de Xstrata Tintaya, Edgardo
Orderique reconoce en un informe de El Comercio (el mismo que después
diría que no hay evidencia) que sus residuos sí superan los límites
establecidos. “Sí estamos por encima de los límites permisibles, pero tenemos
cinco años para adecuarnos”, acepta el gerente.
*
21 de mayo de 2000. El pueblo de
Espinar toma
la mina BHP Billton Tintaya, en protesta por sus abusos. La toma se vuelve
un hito y todos los años se conmemoraba el aniversario en el pueblo.
21 de mayo de 2012. Aniversario
de la toma. Se inicia el paro, esta vez contra Xstrata, que había comprado la
mina en el 2006 y desde entonces era la niña símbolo de la minería responsable en el Perú.
28 de mayo de 2012. Según la
prensa limeña el paro había “fracasado”. La policía se enfrenta a los
manifestantes. Mueren dos civiles. No son suficientes para la congresista
Lourdes Alcorta, que esa misma noche, pide más mano dura: “Lamentablemente van a tener
que haber muertos”.
*
Febrero de 2012. La congresista
Verónika Mendoza le envía al alcalde Mollohuanca un documento de Censopas que
luego muchos dirían que fue usado para engañar a la población. Lo cierto es que el documento se
lo envío el mismísimo ministro de Salud, Alberto Tejada, y sí contempla
áreas de influencia de Tintaya. Es decir: una congresista le envió a un alcalde
un informe que le mandó el ministro de Salud. Más formal que eso, imposible. Por cierto, el informe
no es concluyente sobre las responsabilidades: se necesitan más estudios.
Pero la cosa venía de antes.
Febrero de 2011. Un diagnóstico de
conflictos socio-ambientales de Cusco, realizado por el CIES ya habla de
“conflicto Tintaya” que “—contra lo que afirma la minera— está lejos de ser
resuelto y puede reeditarse en niveles mayores cuando se presenten las
condiciones”.
Febrero de 2009. El sociólogo
Francisco Durand llega a la mina Tintaya para ver el caso de éxito más
marketeado de la industria extractiva. Escribe en La
República: “Lo excepcional en Tintaya no es la mina sino el pueblo, su
capacidad para “arrancarle recursos”; por eso, finalmente, cedieron.”. Luego
describe una serie de problemas entre los que está, por supuesto, la contaminación.
Avisa que pronto la situación podía ponerse fea.
4 de junio de 2012. Luego de la
renuncia de la congresista Verónika Mendoza al nacionalismo, el vocero del
oficialismo Fredy Otárola afirma, en un hermoso lapsus, que la suya es una
bancada “ideológicamente
coaccionada”.
*
21 de setiembre de 2009. El
entonces candidato Ollanta
Humala visita Espinar, una de sus plazas más fuertes. La gente lo aclama.
Envalentonado, suelta una de sus frases célebres: “No me escapé a Japón como el
cabrón de Fujimori ni elegí Colombia como el otro cabrón de García”. Meses
después, pide la
vacancia de García por “priorizar intereses económicos de grupos
determinados, por encima de la defensa de la vida.”
5 de junio de 2012. Tercer
aniversario del Baguazo. Busco en la prensa los nombres y las circunstancias de
fallecimiento de las dos víctimas de Espinar. Según el fiscal, los dos fueron
impactados por balas
de la policía. No hay indicios de que ellos hayan atacado a nadie. Sólo
está el nombre de uno: Rodicendo Manuelo Puma, de 27 años. Del otro ya todos se
olvidaron. El diario Correo dice que parece que se llamaba Andrés.
No se sabe el apellido. A quién le importa.
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